A lo largo de la historia se utilizaron instrumentos de torturas bastante horripilantes. Y el toro de Falaris es una de ellas. Normalmente las torturas las usaba para difundir miedo y terror a la población. O a aquellas personas que iban en contra de los ideales de la época.
Esta tortura es una estatua bellamente tallada en bronce inventada por Perillos de Atenas en el siglo 554 a.C. El toro fue un encargo por un tirano llamado Falaris. Era conocido por ser un amante de las torturas, ya que disfrutaba con ellas y viendo como sufría la gente. Hasta incluso se decía que el propio tirano comía bebés.
Este instrumento de tortura estaba hueco en su interior y tenía el tamaño de un toro real. Y básicamente lo que se hacía era introducir a la víctima dentro del toro y debajo de este se encendía una hoguera. La temperatura del interior empezaba a aumentar como si se tratara de un horno. Al ser una escultura de bronce ya os podéis imaginar la temperatura que podía alcanzar en su interior…
Los alaridos y gritos de su interior salían por la boca de la «estatua» como si mugiera el propio toro. También para que el olor de carne humana quemándose no fuera tan desagradable pusieron en la nariz incienso y así que saliera también humo para recrear que la figura fuera todavía más real. Ya que mugía y tiraba humo por la nariz.
Se decía también que cuando Falaris quemaba a alguien, después recogía los huesos para que se pudiera hacer pulseras y las llevara luciéndolas orgulloso. Toda una hazaña enfermiza.
Se cuenta también que cuando Perillos finalizo su creación se la enseño a Falaris y este para comprobar que funcionaba y se escuchaban bien los mugidos del toro le dijo que se introdujera y gritara dentro. Y al introducirse el tirano cerro la trampilla y prendió una hoguera con el creador de la «obra» dentro, para así que probara de su propia medicina.
El tirano dijo que : Odiaba que una idea fuera tan cruel e ingeniosa al mismo momento, así que decidí castigar al creador con la misma moneda.
Con los años las población acabó cansándose de Falaris y de la forma de actuar tan cruel con ellos. Así que estos se rebelaron y decidieron deshacerse del tirano ejecutándolo en un toro de Falaris.