Este método de tortura servía sobre todo para sacar las confesiones de los condenados .
Aunque también se utilizó como método de ejecución. Se dice que la Inquisición lo utilizó.
¿Qué función tenía? Sobre todo reventar los huesos del cráneo.
Se componía de 2 barras de hierro forjado, una barra inferior, un casquete y el tornillo principal. Su funcionamiento era muy básico, se utilizaba como si fuera una prensa. Aplastando.
Llegaba el verdugo y colocaba a la víctima en la barra inferior y giraba el tornillo, esto hacía que el casquete bajará cada vez más presionando la cabeza del reo. Y el verdugo volvía a girar el tornillo bajando aún más el casquete.
La víctima de la presión lo primero que perdía era la lengua, porque se la cortaba por los dientes. Lo segundo se le rompían todos los dientes , la mandíbula, Los ojos se le salían de las cuencas!! Y hasta salía cerebro por los propios ojos!
El propio cráneo acababa estallando. Así que aunque quisieran confesar…. no era el mejor momento.
Gracias a este instrumento surgieron otros con el mismo funcionamiento:
El Aplastapulgares o aplastarodillas.